¡Cadáver exquisito terroríficooo!

Luego de narrarnos varios cuentos de terror como Apuesta, Más allá de la novela y La profanadora de tumbas, nos propusieron que en grupos armamos ¡¡una buena historia de terror!!.
La forma de hacerlo fue el cadáver exquisito…¡¡y quedaron estas geniales historias!!

En el club comunicaciones se murió mucha gente y fueron chicos del colegio OEA (Organización de Estados Americanos). En esa escuela los chicos eran como cadáveres con corazón de hombre, este latía sin parar por el susto que les daba pasar por el cadáver congelado que estaba en una casa de un pueblo lejano. Y casi nadie pasaba, si pasaba el chupa cabra, siempre mataba al ganado de la gente y algunas veces a las personas. A partir de ese momento empezaron a surgir más monstruos que atacaron toda la noche.

En los callejones corriendo van hombres, o mejor digamos terroristas, para salvarse de la casa de comunicaciones pero los sorprende el cono y se mueren del susto. El susto que les dio abrir la puerta y encontrar sentada en la silla al espíritu de una niña muerta y sucia que estaba tirada en el piso cuando llego el papa y se quedó llorando. De pronto el hombre encuentra a un señor en un rincón y le dice: “a vos los hombres te persiguen” y el otro le dice al oído: “Ahí vienen, vamos a escondernos en el sótano” y de repente aparece un asesino y le clava un cuchillo oxidado y le infecta las tripas y se muere.

En una noche fría yo iba caminando por la calle cuando me topé con un perro muerto. El perrito estaba en pedacitos, la causa no fue segura ya que nadie sabía bien por qué la gente corría por la ciudad como si hubiese un asesino suelto en el parque Rivadavia, armado que mató a una persona con un bebé que vomitaba mucho, tanto que parecía la chica del exorcista. Estaba muy enfermo de miedo porque vio un fantasma enorme que rallaba las paredes con sangre de perro.

Una noche de lluvia un chico caminaba por una calle oscura cuando apareció la muerte con una capa muerta y un hacha. Hacha que solamente servía para matar. Matar a personas que desperdiciaban sus vidas desesperadas porque no conseguían nada para vivir (la pócima). La pócima dio fin.

Chicas y chicos de 12 y 13 años de la Escuela Nº4 DE 8